Siempre he considerado el navegador web en el móvil, como la aplicación más importante. No solo por el hecho de utilizarlo de forma muy intensiva para leer artículos o participar en otras páginas, sino también por las múltiples gestiones que realizo a través de él.
Por ese motivo, le he dedicado varias entradas en ésta misma web y he tenido la oportunidad de probar muchos de entre los más reconocidos del ecosistema Android: Edge, Chrome, Firefox, Brave, Vivaldi, Via, Atlas, Stynx, Puffin, Opera, DuckDuckGo, Mint, Ghostery, Ecosia, Lightning y alguno más que a buen seguro me dejo.
Últimamente, estaba utilizando dos: Firefox por la posibilidad de usar uBlock, NoScript y poder forzar modo oscuro en todas las páginas para leer y participar, y Vivaldi por su traductor incorporado, speed dial, buen bloqueo de publicidad y su total compatibilidad para temas profesionales, gestiones y compras online.
Y precisamente, por los problemas que éste último me estaba ocasionando a la hora de traducir páginas, decidí dar otra vuelta -la enésima- por el universo Android para navegadores. Pensando precisamente en que tuviera buenas opciones de traducción, decidí orientar la búsqueda a aquellos navegadores que permitieran instalar extensiones. Si la traducción que incorpora de serie no me convence, siempre podría recurrir a una extensión de terceros.
Y como primera opción, me apareció Kiwi Browser. Lo instalo, lo configuro a mi gusto, instalo las extensiones que necesito, lo pruebo a fondo durante una semana y ¡BOUM!. Cuando me quiero dar cuenta he dejado totalmente de lado tanto a Firefox como a Vivaldi. O dicho de otra manera, con un único navegador, puedo hacer lo mismo y de la misma forma para lo que antes me requería usar dos navegadores.
Ya no se trata solamente de ahorrar espacio de almacenamiento y mejorar en privacidad, que también, sino de no tener que cambiar entre navegadores según las necesidades del momento. Pero es que además, Kiwi Browser me mejora alguna de las prestaciones anteriores; posibilidad de elegir el traductor integrado, iconos más pequeños en la página principal (permite tener más) y posibilidad de reubicarlos, acceso más sencillo a las extensiones, elegir la ubicación de la barra de direcciones…
Entre sus características más destacadas:
- Modo oscuro tanto para el navegador como para las páginas visitadas
- Traductor incorporado con la posibilidad de elegir entre varios de ellos
- Posibilidad de añadir cualquier idioma para realizar la traducción
- Bloqueo de publicidad y traking incorporado
- Página inicial con menú rápido e iconos de las páginas que deseemos. Posibilidad de ordenarlos
- Varias opciones para ordenar las pestañas abiertas
- “Pestañas recientes” que muestra todo su historial
- “Modo básico” que filtra la carga de la página aumentado con ello su velocidad
- Y la más importante de todas: acceso completo a la Chrome Store
De hecho, ésta última, ya debería ser un “must have” en la mayoría de navegadores. El poder acceder a las extensiones, temas y complementos de tiendas tan potentes como Chrome Store o Mozilla es una de las mayores libertades que podemos tener como usuarios. Muchas veces, la elección de un navegador u otro viene condicionada por el hecho de incluir o no tal o cual prestación. Pues bien, permitiendo el acceso a la tienda de extensiones, se abre a su vez la posibilidad de elegir cualquier navegador; o de elegir uno u otro en función de otros parámetros: software libre o privativo, peso, diseño, etcétera.
Y termino con otro buena noticia respecto a Kiwi Browser. Desde hace más de un año ya forma parte de la familia del software libre, habiendo sido liberado su código y estando disponible en GitHub.
Un gran navegador, con grandes prestaciones y ninguna carencia. Dale un oportunidad.