Meta by Facebook. El rival

En un reciente Podcast sobre tecnología, se comentaba que el adversario, el “rival” de Apple en ésta década sería Meta. Como en la pasada lo fue Google y en la anterior Microsoft.

Como pasa muchas veces en éste país, el comentario se basaba a su vez en un artículo publicado en prensa extranjera. Básicamente se le añadían matices personales.

Y dentro del amplio mundo de las opiniones personales, dejo caer la mía, donde veo dos grandes inconvenientes.

A diferencia de la Realidad Aumentada (RA), Meta basa todo su funcionamiento en la Realidad Virtual (RV). A fecha de hoy y dentro del corto plazo -que es mucho hablando de tecnología- la única forma de sumergirse en el mundo paralelo de la RV es mediante unas gafas diseñadas a tal efecto. Dichas gafas, amén de su peso (medio kilo en adelante) tienen un coste nada despreciable: HP Reverb G400 euros, HTC Vive Pro 1.000 euros, Oculus Quest 2 450 euros, etcétera.

A eso, hay que sumarle la cronificada falta de componentes, así como todos los problemas logísticos habidos y por haber. Por otra parte, el parque actual de gafas RV es bastante limitado en cualquier de sus aspectos, desde el gaming hasta el de productividad pasando por soluciones empresariales.

Si tenemos en cuenta que para poder hablar de la implantación de un nuevo servicio que requiera de un hardware adicional, necesitamos movernos en el orden de cientos de millones de unidades; el papelón para Facebook no es poca cosa.

Y como segundo inconveniente, la fama que se ha ido labrando Facebook los últimos años, turboalimentada tanto desde fuera, Cambridge Analytica como desde dentro, Frances Haugen. Si hemos dicho que para implantar un nuevo servicio hacen falta cientos de millones de unidades, también hacen falta cientos de millones de usuarios que las utilicen.

Moñacos (los dos)

No me cabe duda que todo esto y mucho más, ya estará milimétricamente calculado por parte de los expertos a las órdenes de Mr Zuckerberg. Pero aún así y forzando causa común entre mi ignorancia y mis deseos, no le auguro esplendor alguno ni que sea en el corto plazo.