Las prácticas de Microsoft EU para evitar la ley antimonopolio

Microsoft y el adjetivo monopolio han ido de la mano durante muchos años, sobre todo en la década de los 90 (1990). De un tiempo ha esta parte, y viendo el de endurecimiento por parte de la Unión Europea contra este tipo de prácticas, decidió ir abriendo la mano poco a poco y con ello evitar la tormenta que ya se estaba fraguando sobre Google y que ha terminado con una sanción récord para la misma por un valor de 4.125 millones de euros.

Uno de los campos donde más se solicitaba a Microsoft que flexibilizara sus condiciones, era en lo referente a la posibilidad de usar las licencias de virtualización de software fuera de los servidores de la propia Microsoft, es decir, en otra nube que no fuera la de Azure.

Y los de Redmon decidieron que era una buena ocasión para matar dos pájaros de un tiro. Por una parte mostraban ante la Unión Europea que estaban dispuestos a abrir sus servicios a terceros y por otra parte podrían ufanarse de “escuchar a sus usuarios“.

Lo primero habrá que ver como acaba, lo segundo directamente ha sido considerado como una broma por parte de muchos.

Y es que sí, Microsoft tras la típica retórica de “creemos en el valor del ecosistema de socios” o “los cambios de términos de subcontratación y alojamiento beneficiarán a los socios y clientes a nivel mundial”, permite desde ahora a sus clientes empresariales llevar el software de Microsoft a una infraestructura que no sea de Microsoft y de esta manera, escalar el costo y el tamaño de sus sistemas o los de sus clientes en su propio hardware. Es decir, que de que dicho alojamiento ha de realizarse en los propios centros de datos del cliente, quedando expresamente prohibido externalizarlo a otras nubes como las de Google, Amazon o Alibaba.

Obviamente no se hicieron esperar las críticas por parte de éstos últimos:

“Microsoft ahora está duplicando las mismas prácticas dañinas al implementar aún más restricciones en un intento injusto de limitar la competencia a la que se enfrenta, en lugar de escuchar a sus clientes y restaurar licencias de software justas en la nube para todos”, dijo un portavoz de Amazon.

Marcus Jadotte, vicepresidente de política y asuntos gubernamentales de Google Cloud, tuiteó : “La promesa de la nube es una computación flexible y elástica sin ataduras contractuales”. Los clientes deben tener la libertad de moverse y elegir lo que es mejor para ellos, “en lugar de lo que funciona para Microsoft”.

En definitiva, parece que todo quedará en un movimiento para tratar de contentar a proveedores de tamaño medio, como el europeo OVHCloud quienes a su vez ya se habían puesto en contacto con organismos de la UE quejándose de la política de licencias de Microsoft. Y poco más.