El protocolo que viene a cambiar el futuro de la domótica haciéndola accesible a todos los usuarios. El protocolo que hará que por fin todos los dispositivos sean compatibles entre sí sin importar el fabricante. El protocolo que aunará lo mejor de Thread, Wi-Fi, Bluetooth y Ethernet. El protocolo que unificará todo lo existente bajo código abierto y sin licencias. EL protocolo -así en mayúsculas… Sufre un nuevo retraso.
Que un proyecto tan ambicioso como Matter sufra retrasos es hasta cierto punto comprensible. No en vano intentar conseguir todo lo enumerado con antelación no es un tema baladí. Que empresas del tamaño y ambición de Amazon, Apple, Google, Samsung, Wyze, iRobot, Signify, Philips, Ecobee, Xiaomi y muchas más que han mostrado interés por el proyecto vayan todas a una es sumamente complicado y laborioso de implementar. Y es precisamente esto último lo que acrecenta la desconfianza.
Tenemos el ejemplo de lo sucedido con el protocolo ZigBee. También de código abierto y también con un amplio soporte por parte de muchas empresas, sin ir más lejos la mayoría de las citadas con anterioridad.
¿Qué ha pasado con el protocolo ZigBee? Pues que pese a tratarse de una iniciativa muy interesante que descongestiona el espectro 2,4 Ghz (868 Mhz en Europa y 915 Mhz en EEUU), presenta un consumo energético muy bajo, topología de malla, hasta 65.000 nodos por red, seguridad distribuida y un largo etcétera de ventajas; su propia naturaleza de código abierto lo está matando.
Así es, en su carrera por diferenciarse de la competencia, tenemos que muchas de las empresas y por tanto de sus productos que implementan ZigBee, no lo hacen de manera completa o han introducido variaciones. El resultado es que por ejemplo una bombilla ZigBee Xiaomi no es compatible con un interruptor ZigBee Teckin. O una bombilla Ikea no lo es con el Hub ZigBee de un altavoz Amazon.
En resumen, que pese a tratarse de un protocolo de código abierto, con muchísimas ventajas y ampliamente soportado; la ambición de muchas empresas por preservar su ecosistema y por tanto asegurarse la venta de dispositivos IoT, lo han desvirtuado hasta el punto de matar prácticamente la naturaleza bajo la cual fue concebido.
Y claro, con estos antecedentes y viendo los continuos retrasos que está sufriendo Matter hay mucha gente que empieza a preocuparse por la «universalidad» con la que se acabe implementando.
Tampoco ayuda que los motivos esgrimidos para nuevos retrasos sean un tanto peregrinos:
“Al volver del CES 2022, nuestros miembros y el equipo analizaron lo que queda por hacer para cumplir la promesa de no solo una especificación y un SDK sólidos, sino también un vibrante ecosistema de dispositivos. Para mejorar aún más la calidad y la estabilidad del código y dar cabida a la amplitud de dispositivos y plataformas Matter, estamos ampliando nuestras pruebas y eventos de validación. Aunque esto tendrá el efecto de retrasar el lanzamiento público de Matter 1.0 unos meses, nos lanzaremos con un mayor número de dispositivos habilitados y una sólida cadena de suministro de plataformas de desarrollo para más dispositivos”.
Como comentaba recientemente Tim Böth de la empresa Eve Systems:
“Los fabricantes de ecosistemas querrán posicionarse en Matter con una funcionalidad única, este será un panorama competitivo. Intentarán convencer a todos de que hay valor en hacer cosas a medida para su plataforma”
La conclusión final bien podría ser, que si bien todas las empresas se unieron para hacer que Matter sucediera, a medida que se acerca, luchan por encontrar formas de destacar entre la multitud.
Al tiempo.